jueves, 30 de junio de 2016

Triste boda

Suenas las campanas de esta triste boda
Son los versos de la canción,
Aquellos que forman susurros en el viento,
El arcoiris que ha creado desolación.

Suena el vals con las campanas,
Siempre elevando una fría oración.
Eres mi perdición, eres mi desconfianza,
La muerte en la boda nos vio.

Separación de este amor eterno,
Convierte en tortura todos los anhelos.
Embrujo divino nos ha caído.
¡Oh por Dios! ¿Qué nos ha ocurrido?

La tormenta friolenta con rayos carmesí,
Esos que complementan nuestros seres.
El vals suena con el viento,
Las campanas anuncian nuestro inminente final.

Olvido de las torturas que nos ha dejado.
Ruptura de un desdichado danzando.
El arroz yace sobre el campanario,
Solo ha quedado una cruz destrozada.

Enojados los padres han estado entretejiendo,
Parecen las damas de la fe,
Esas arpías que juegan con nuestro destino sangriento.
Ha sido el olvido de nuestra boda,
Arcoiris dolorosos solo nos adornan.

Bailemos esta canción y demos respiro a la oda.
Es mi imaginación, de por sí no importa.
Eres pasión y un doloroso tormento.
Me olvido de ti, deseo que seas un recuerdo.

Tumba dolorosa en una boda hermosa.
Desdichado arcoiris en nuestro firmamento.
Recita estos versos sangrientos,
Solo describe un alegre sufrimiento.

Pablo Andrés Sánchez Campos
30 de junio de 2016

Triste flor

Ella era una flor marchita
Tenía el aroma de una mujer.
Quise tocarla delicadamente
No me pude contener.

Me enamoré de sus espinas,
Me encantaron sus frías hojas,
Susurré su aroma;
No entiendo como fue.

Me envenenó su apariencia triste,
Con sus raíces me acogió.
No sé qué fue lo que pasó,
Sin una triste gota de sangre me quedé.

La luz del sol rosa esa triste flor.
Marchito su tallo, marchitas sus espinas,
Marchitas sus flores, marchitas sus raíces.
No parece que desee perecer.

Has debido ser el eterno olvido,
Constituirse como el cadáver que eres.
No es que desee sosobras,
Simplemente aun me hieres.

Deseo tus feas raíces poder arrancar.
Deseo en tus espinas dejar de fantasear.
Deseo en tu tallo nunca pensar.
Deseo arrancar ese aroma de mujer,
Que tan fea flor me ha hecho retorcer.

Olvido de tus hojas, 
Olvido de tu aroma.
Escribe una oda.
Es hora de perecer...

Pablo Andrés Sánchez Campos
30 de junio de 2016